Parece que esto de las nuevas tecnologías está, cada vez
más, al alcance de todos. Un ejemplo de ello son las redes sociales; en octubre
de 2012, Facebook contaba con la friolera de 1000 millones de usuarios, de los
cuales 40 millones lo eran a través de su móvil.
Twitter es otra de las redes sociales con una gran
expansión. En marzo de 2011, contaba con la cifra de doscientos millones de
miembros registrados. Ambas tienen cada vez más seguidores de todas las edades,
y de cualquier parte del planeta. Ni el
Vaticano parece librarse de esta fiebre tecnológica, y es que Benedicto XVI hadecidido crearse una cuenta de Twitter para difundir sus mensajes entre los más
jóvenes, según ha declarado Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio
para las Relaciones Sociales.
El Papa nos ha sorprendido esta vez decidiendo
repentinamente que quiere ser tuitero. Nada
más y nada menos, un señor de ochenta y cinco años que representa a una
institución que ideológicamente está totalmente desfasada, desgastada, y
bastante obsoleta. Lo normal es que esta decisión cause un gran revuelo como lo
haría un elefante en una cacharrería, a las pocas horas de estrenar su cuenta
su Santidad contaba con 180000
seguidores.
Imagen de perfil del Twitter de Benedicto XVI |
Este es un intento desesperado de la Iglesia por ganar
fieles, ya que cada vez son más los que abren sus ojos y descubren que la institución
no es más que un timo. ¿No se supone que un cura hace voto de castidad y
pobreza?, castidad no sé…pero pobreza, lo que se dice pobreza en el Vaticano no
hay. Si esto es todo lo que podemos esperar de Joseph Ratzinger, que en Twitter
se hace llamar @Pontifex, que Dios nos coja confesados.
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