La situación en este país, llamado España es cada vez más desesperante. El número de desempleados roza ya los seis millones, a ello hay que sumar la privatización parcial de la justicia, y la pretensión del Gobierno de hacer lo mismo con la sanidad. En esta columna, Juan José Millás expresa de forma magistral esta terrible situación y la pasividad del Ejecutivo. Mientras todo parece irse al garete.
Juan José Milás
Dices “estamos a viernes”, por ejemplo, y parece que la realidad se ordena, que los días siguen girando alrededor del domingo como los planetas alrededor del Sol. Pero se trata de un delirio. Dicho de otro modo: nos vamos a la mierda. Y mientras nos vamos a la mierda, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta de la catástrofe, con el gesto de convicción habitual en ella, declara sin género de dudas que estamos a viernes y que por lo tanto las cosas siguen en su sitio. Y luego eso sale en los telediarios y al día siguiente escribimos razonados artículos sobre la noticia y los invitados de Ana Griso y de Susana Rosa debaten con espíritu crítico sobre el tema. Pero hay gente que no está a viernes ni a lunes ni a domingo, hay gente que no está a nada, y no estar a nada es muy jodido, sobre todo cuando ves que hay gente que sigue a todo y para la que los planetas continúan en su sitio. Sus días suceden a sus noches, su otoño a su invierno, su digestión a su ingestión, y sus días festivos a sus laborables. Estará a viernes usted, señora vicepresidenta de la catástrofe, porque tras la privatización de la semana, estar a viernes sale por un ojo de la cara y la mayoría de los ciudadanos ya se han arrancado los dos para hacer frente a la hipoteca basura, a la sanidad desregulada, a la educación desmantelada y ahora también a las tasas de la Gallardón, que ha decidido convertir la Justicia en un chiringuito de Marbella, solo para forasteros con recursos o para narcotraficantes ricos, valga la redundancia. Los días laborables, decíamos, valen un hígado y los festivos son un pudridero estatal del tipo de la beneficencia. Sabemos de gente que ha comenzado a empeñar los martes y los miércoles que había logrado rescatar a la privatización de la semana como el que empeña las joyas de la abuela.
Aquí les ofrezco un artículo publicado en El País por Elvira Lindo:
"Cómo no te va a partir el corazón esa pobre mujer que acude a la tele pidiendo asistencia para un hijo enfermo; cómo no va a provocar compasión quien cuenta a cámara que no trabaja desde hace años, tantos, que ya se le pasó la edad de resultar atractivo a una empresa; cómo no conmoverse si a un programa acude toda una familia que muestra su desgracia como un último recurso de salvación antes de que todo se derrumbe definitivamente. Tras una primera reacción de empatía y comprensión, hay una segunda, de rabia, no relacionada con los que movidos por una situación angustiosa acuden donde sea, sino con los que supuestamente animados por la bondad les empujan a convertirse en protagonistas de espacios televisivos cuyo objetivo es mostrar la cara de la desgracia.
Los entrevistados suelen mostrarse tímidos al principio, pero el conductor del programa se las apaña para ir hurgando en la herida hasta que se derrumban y lloran, a veces delante de una criaturilla de cinco o seis años que, con la seriedad propia de los niños que presencian a diario cómo sus padres sufren, se arrima aún más a ellos para aliviar su dolor. Es entonces cuando el entrevistador anuncia que hay una llamada, la llamada de alguien que está dispuesto a socorrer al hambriento, ofrecer trabajo al parado o un tratamiento al hijo enfermo. Llegados a este punto, los pobres desgraciados lloran aún más, el público aplaude conmovido esas lágrimas y este cuento navideño de Andersen acaba con un final feliz. El presentador añade, "ya nos gustaría hacer esto por todo el mundo".
Elvira Lindo, autora del artículo publicado en El País
Mal vamos si nos acostumbramos a la caridad y no a la justicia. La solidaridad, lo saben los voluntarios, es un parche. Los parados quieren trabajar; los enfermos, ser atendidos; los sincasa, un techo. Pero no gracias a la piedad de los desconocidos, sino porque tienen derecho. Lo tienen".
El pleito insular es un enfrentamiento entre las dos islas
capitalinas del archipiélago canario, Gran Canaria y Tenerife, por la hegemonía
económica y especialmente política. Sus orígenes se remontan al siglo XIX,
cuando la división territorial del archipiélago dejó una provincia única, la de
Santa Cruz de Tenerife. El problema se trató de paliar a través de la Ley de
Cabildos de 1912, pero enfrentamiento continuó y en 1927 Canarias quedó
dividida en dos provincias: la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que engloba
a las islas occidentales (Tenerife,La
Palma, La Gomera, y El Hierro) y la provincia de Las Palmas que agrupa a Gran
Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
Moya, un municipio situado en el norte de Gran Canaria, que cuenta con más de nueve mil habitantes ha visto crecer en los últimos años la oferta turística. Tato García, responsable de la Oficina de Turismo de la Villa de Moya, afirma que en una villa como esta los beneficios del desarrollo del turismo se hacen
notar: "Los usuarios que visitan nuestro municipio y se hospedan en este tipo de alojamientos rurales hacen uso de los pequeños comercios que se encuentran en la villa (supermercados, cafeterías, restaurantes… etc.) y de esta forma participan en nuestra actividad económica. Por otra parte, mientras más positiva haya sido la experiencia obtenida mejor será la publicidad ofrecida por el turista a conocidos y habrá una mayor captación de nuevos visitantes". En este aspecto, se siguen estrategias de mercadotecnia, como la organización de la tercera ruta de tapas, la asistencia a ferias y campañas puntuales en medios de comunicación, o la utilización de imágenes del municipio en medios de transporte.
Moya, también conocida como la Villa Verde, recibe al año a unos seis mil turistas que demandan información en la Oficina de Turismo, para García esta cifra es un volumen considerable, y más para un "pueblo pequeño como el nuestro". Las principales nacionalidades de los visitantes son alemanes, cuando es temporada alta y españoles durante el resto del año. La Villa dispone de un total de diecinueve casas rurales, y otras pendientes de obtener el permiso definitivo. Esto convierte a Moya en el municipio con más casas dedicadas al turismo rural en todo el archipiélago.
Atractivos turísticos
Entre los atractivos de la Villa Verde, se encuentran la Reserva Natural Especial de Los Tilos y del Barranco de Azuaje. Se trata de un pueblo que abarca "desde la costa hasta la cumbre." También dispone de elementos culturales como la Casa Museo Tomás Morales y el Centro del Arte y del Paisaje de Moya; además la repostería local es, según García, bastante reconocida. También cuenta con importantes queseros, muchos de ellos premiados a nivel internacional. Al visitante se le ofrece una oferta alojativa complementaria, para García esta oferta viene dada por los propios recursos de los que dispone el municipio, acompañadas de ofertas complementarias, como puede ser, por ejemplo, el senderismo. Moya cuenta con una serie de caminos reales que ofrece al visitante.
Canarias es mucho más que sol y playa, cada vez son más las alternativas existentes a este tipo de turismo más convencional, que tradicionalmente ha definido a nuestro archipiélago. Una de ellas es el denominado turismo rural, donde se ofrece un contacto directo con la naturaleza, un espacio libre de ruidos y contaminación, y un lugar donde desconectar del ritmo frenético de la vida urbana. Según una Definición del Instituto de Estudios Turísticos, el turismo rural es: "Todo tipo de aprovechamiento turístico en espacio rural
siempre que cumpla con las siguientes limitaciones: que se trate de un turismo difuso (es decir, oferta dispersa y no concentrada), que
sea respetuoso con el patrimonio natural y cultural, que implique
la participación activa de la población local y que mantenga las
tradiciones del medio, huyendo del gigantismo y del monocultivo
turístico". En nuestro archipiélago, cada vez son más los que optan por este tipo de turismo, menos sobreexplotado y con una oferta más dispersa. El crecimiento de la oferta rural se inicia en los años ochenta del siglo pasado.
Es un hecho que este tipo de turismo tiene una serie de peculiaridades que lo distinguen. Para Cristina Santana, diplomada en Turismo por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y con varios años de experiencia en el sector, se trata de una modalidad singular caracterizada por la dispersión de la oferta. Además, se le suman valores medioambientales y antropológicos, lo que lo aleja del turismo de sol y playa tradicionalmente sobreexplotado, y en muchas ocasiones, poco respetuoso con la conservación del medioambiente. Santana destaca la importancia del turismo rural en la conservación de los valores sociales y culturales que forman parte de la vida diaria de los habitantes de la población rural, como la gastronomía, fiestas populares y demás que constituyen un punto de interés para el visitante, ya sea nacional o foráneo.
La dispersión de la oferta puede constituir un problema cuando no se informa de la manera adecuada al turista sobre lo que puede encontrar en la región. Para Santana otra dificultad añadida, en muchos de los casos, es la escasa oferta existente en cuanto al ocio que actúa como complemento de la estancia. Santana afirma que existen pocos medios promocionales que ayuden a fomentar la oferta complementaria. El papel de las Administraciones Públicas para fomentar la oferta es, a juicio de Cristina Santana, insuficiente. Cada Comunidad Autónoma posee su propia legislación, por lo que no existe una legislación homogénea en lo que materia de turismo rural se refiere.
El otro día, mientras iba en la guagua absorta en mis
pensamientos me dio por observar lo que había a mi alrededor. Cuando una sale
de su propio mundo, y se para a contemplar lo que acontece en nuestro entorno se
humaniza. Al lado mío estaba un adolescente, de unos quince o dieciséis años,
él también iba ensimismado con su móvil de última generación escribiendo algo.
Posiblemente para un amigo o una novia o
¿quién sabe? Justo al lado de este chico estaba una mujer de mediana edad. Ella
también se encontraba escribiéndole a
alguien a través de su dispositivo móvil, sus dedos se movían a una velocidad
digna de admirar. Mientras, un sonido en forma de pitido le avisaba que otro whatsapp le había llegado.
A mi cabeza llegó un pensamiento, y es que a pesar de la
diferencia generacional entre el adolescente y la mujer, ambos manejaban a la perfección un mismo sistema de
mensajería instantánea. Esto ya no es cosa de jóvenes, adolescentes, o unos freakies
fanáticos de las últimas tecnologías. No, se trata de algo que lo utilizan millones
de personas, y que cada vez se suman más adeptos. Se calcula que Line (versión japonesa de Whatsapp) cuenta con unos ochenta
millones de usuarios, por lo que este servicio crece a un ritmo vertiginoso.
Cuando solo llevaba un año desde su creación, ya contaba con la cifra de
cuarenta y nueve millones de usuarios, y transcurridos seis meses han alcanzado
los ochenta millones.
Line es el
competidor directo de Whatsapp. Cuenta
con un mayor número de prestaciones, además de enviar texto, vídeos, fotos y
compartir localización, Line también permite añadir emoticonos Emoji -stickers-
que son unos grandes dibujos de estética manga, y emoticonos basados en
caracteres. También ofrece la posibilidad de realizar llamadas gratuitas, y ser
una red social híbrida entre Twitter
y Facebook. La empresa de Line obtiene sus principales beneficios vendiendo
una serie de “extras” que son los emoticonos, algo a lo que Whatsapp todavía no se ha apuntado.
Pero no todo son ventajas, el pasado diez de febrero , un fallo
en la seguridad de Whatsapp hizo que
se publicaran el número de personas que tenían en su móvil este sistema de
mensajería. Se trata de unos diez millones en España . Este no es el único agujero
de Whatsapp, según declara Yago Jesús
para RTVE: "El sistema no cifra lo que se está hablando con otra persona,
por lo que todos los datos están expuestos y cualquiera podría tener acceso a
ellos.” Además. El sistema también guarda la localización desde la que se está
escribiendo, algo que entraña gran peligrosidad.
Esto de Whatsapp, Line , o cualquier otro tipo de mensajería
está claro supone una gran revolución comunicacional. Pero debemos ser
conscientes de sus pros y sus contras, ya que ningún sistema es perfecto en su
totalidad. Y quizás, estemos perdiendo el contacto cara a cara con tanto mensaje impersonal.
Marina del Corral, secretaria general de Inmigración y Emigración
Cada vez son más los jóvenes españoles que deciden emigrar
en busca de un futuro mejor. Todos sabemos que la situación en nuestro país es
bastante difícil, pero se recrudece aún más cuando se trata de jóvenes en busca
de su primer empleo. Lo más triste de todo es que es una juventud altamente preparada, formada universitariamente, y en muchas ocasiones hasta con dominio de varios idiomas. En 2009, 350000 españoles salieron de nuestro país en busca
de un empleo. La odisea de conseguir trabajo obliga a muchos españoles de entre
25 a 35 años a salir de nuestras fronteras, a Latinoamérica (Cuba se ha
convertido en el segundo país receptor de españoles) o a Europa ( Francia se ha
convertido en un destino muy recurrido por su cercanía).
Parece ser que el Gobierno no se ha dado cuenta aún de la
gravedad del asunto. Lejos de poner medios para arreglar la situación, la
secretaria general de Inmigración Y Emigración, Marina del Corral, ha declarado
que los jóvenes no se marchan por la crisis, sino más bien por su “espíritu
aventurero”. Sí así como lo leen, la culpa de que cada vez más jóvenes salgan
de España no la tiene la mala gestión del Gobierno. Más bien se trata de personas que como
tienen una vida insulsa deciden ponerle picante marchándose, dejando atrás toda
su vida: familia, amigos…etc. Se trata pues, de una especie de Indiana Jones a
los que les gusta el riesgo y la aventura .
Este tipo de afirmaciones por parte de un miembro
gubernamental roza lo ridículo, lo absurdo y hasta la broma, si no fuese porque
la situación de graciosa no tiene nada, más bien todo lo contrario. Se trata de
un drama que una de las generaciones más preparadas se vea obligada a irse de
su propio país, ya que éste le niega la oportunidad de tener un empleo y una
vida dignas.